Había un día un hombre que odiaba a las
estatuas, se cansó de verlas por toda la ciudad .Él decía: “¿Qué importancia
tiene darle a un pedazo de piedra la forma de alguien?”, entonces, decidió
asesinarlas a todas.
Empezó tirándoles piedras, palos, cascotes,
etc. Pero no lograba dañarlas, una tarde la policía pasaba por la plaza y
vieron al hombre tirándoles piedras a una estatua, la policía comenzó a
perseguirlo. Luego de unos minutos lograron atraparlo: él gritaba “¡Yo no hice
nada!”. El hombre recibió un mes de trabajo comunitario.
Ivan Muraca
Excelente relato: breve y ridículo, pero muy bien escrito. ¡Felicitaciones, Sr. Iván!
ResponderEliminarProf. Hernán