Una
vez había un hombre llamado Mariano que tenía una joyería. Todos los sábados
iba con sus 3 amigos a jugar al póker. Él siempre tenía en su casa una caja
fuerte con las joyas y un perro guardián. Siempre ganaba jugando al póker, pero
los compañeros se enojaban porque ganaba y los amigos se enojaban por qué no les
gustaba perder. Un día estaba esperando un taxi con sus 3 amigos para ir cada
uno a su casa y vino un auto de policía, vio al primer amigo de Mariano tirado
en el piso con un cuchillo en la espalda. El policía lo interrogó a Mariano, y
a sus dos amigos.
El policía le pregunto a Mariano
y a sus dos amigos “¿Quién lo mato?”. El amigo dos y Mariano dijeron que no, y
el tercero dijo: “yo fui”. Mariano entró a su casa y fue a la caja fuerte. La
estaba abriendo y de repente lo agarran del cuello y le clavan el cuchillo en
el estómago. El policía justo se fue a llevar al tercer amigo a la cárcel. La
caja fuerte no le faltaba ninguna joya pero el dueño estaba muerto en el sofá.
Ezequiel Arévalo
Me parece que lo mata uno de sus propios amigos; todo un misterio.
ResponderEliminarProf. Hernán