Juan
era un hombre muy puntual. Un día su madre lo invitó a tomar leche
chocolatada con sus galletitas favoritas.
Juan
tenía que trabajar y ese día se le hizo tarde, por eso salio muy
rápido del trabajo y vio un taxi estacionado y se lo robó. Con el taxi fue a
lo de su madre, pero se acordó de su auto que se lo habia olvidado
enfrente de su trabajo estacionado. Cuando llego se dio cuenta que se
lo habían robado. Juan se preocupo mucho, no sabía que hacer. Ofrecío
una recompensa de $10.000, pero después se dio cuenta que el taxi que él robó era suyo, entonces para que no lo descubran y lo lleven a la
carcel quemó el auto y lo tiro al río.
FIN
Nahiara Curto
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