Un
día en una joyería, donde trabajaban 4 personas. Uno era flaco, el
segundo era mediano, el tercero era gordo y alto, el cuarto, que era
el dueño de la joyería estaba muerto. El tercero fue a llamar al
dectective Franco el más cercano de la zona. Franco recien estaba en
su hora de descanso. Hasta que lo llamaron y le avisaron lo ocurrido
en la joyería. Lo primero que vio es que faltaba todo el alimento
para perros y la segunda pista es que faltaba un cuadro de la
galeria y que habia huellas de barro en la pared y la última pista
es que en la caja fuerte no faltaba ninguna joya. Lo raro es que el
perro no estaba. El cuadro era de valor. Las huellas eran de tamaño
chico y llegaban hacia una pequeña ventana. EL PRIMERO DIJO: -Yo no
fui el era como un hermano para mi.
EL
SEGUNDO DIJO: -Yo nunca matéa a nadie en mi vida, él era mi mejor
amigo, nunca tuvimos un conflicto.
EL
TERCERO DIJO: -Él y yo no éramos ni amigos ni enemigos, pero
algunas veces teniamos algún conflicto. Él como yo trabajaba muy
bien, él dijo: cuando yo me muera va a ser tuya la joyería
Franco
pensó y pensó y llegó a la conclusion de que era el tercero.
Poque le iva a dar la joyería entonces lo mato. Franco llamó al
tercero y lo encerraron por siempre en la cárcel y Franco se hizo el
mas famoso detective de la zona.
virginia muños
virginia muños
Muy lindo, Virginia. Me recuerda al cuento de Rodolfo Walsh. Te felicito.
ResponderEliminarProf. Hernán